Me encanta el deporte desde que era una enana, siempre tuve bici y también supe aprovecharla hasta que saqué el carnet de conducir.Mis vecinas decían que era "el indurain del pueblo" y no era para menos.
Cuántos kilómetros,cuántos pinchazos,cuántas ruedas nuevas........
Pasados unos años recuperé la bici pero no con la misma intesidad ni con las mismas ganas.
Si quiero ir tengo que hacerlo sola y así no me hace tanta gracia y tampoco tengo mucho tiempo.
Así fueron pasando los años y he descubierto el triatlón. A mí me sonoba el "aironman" porque de pequeña veía " los vigilantes de la playa" y allí aparecía dicho deporte.
El TRIATLÓN lo he descubierto porque la persona con la cual comparto mi vida lo practica. Siempre se habla de los triatletas.....todo lo que sufren, lo que se gastan en el material, el sacrificio que tienen que hacer para entrenar.... pero se olvidan... que la élite de Galicia se dedican a dicho deporte en exclusiva,como digo yo "viven por y para el triatlón" y se olvidan que el resto de los mortales tienen un trabajo al que dedicarse y no digo la familia porque la élite también tiene familia. Todo gira en torno a ellos pero también hay que acordarse de los que permanecemos en la penumbra, en la oscuridad....
Somos tan triatletas o más que ellos, aguantamos todos los sufrimientos,las glorias y lo que es más importante:
los sentimientos!.
Me dedico durante todo el año y siempre que mi trabajo me lo permite a recorrer la geografía gallega siempre con la bicicleta a cuestas y la mochila, casi siempre veo las mismas caras y también observo que hay muchos deportistas que no tienen un abrazo en la meta ni una mejilla a la que darle un beso ni un hombro donde llorar y eso me da pena y rabia. Lo digo porque si yo estuviera en el otro lugar me gustaría que alguien me acompañara y compartiera mis ilusiones.
Algún día cuando sea madre me gustaría que mi hijo entrara en el colo de su padre por meta y aprendiera de él y sobre todo que tuviera su mismo espíritu alegre y optimista y compartiera la misma ilusión que él.
Personalmente creo que la gente que nos dedicamos al deporte estamos hechos de otra "pasta" y tenemos otra forma de ver la vida.
Hay gente que se ríe cuando dices que tienes que madrugar para ir a una competición un domingo y cuando tú te levantas ellos se acuestan. Algún día la vida nos lo agradecerá y a ellos se lo echará en cara.
1 comentario:
¡Qué buena esta entrada! Se la voy a enseñar a mi media naranja que me da ese abrazo tan deseado al llegar. Un muy merecido homenaje.
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