Días antes de la celebración del Du de Leiro me ronda la idea de participar, pero no las tengo todas conmigo, a lo mejor no llegan voluntarios y si pasa algo durante la carrera…….un sin fin de dudas me asaltaban. El día antes tomo decisión, por cierto acertada, de correr cerrando la prueba, varios apostaron que no sería capaz, que caería en la tentación de forzar, sobre todo en la bici.
Se da la salida, con móvil en mano por si las moscas, tomo posición y me sitúo en cola, a 500m de la salida primer contratiempo, un esguince, llamo a Miguel y se envía a ambulancia al lugar, solventado. Continúo en cola en compañía del número 71, charlando afablemente con él, diciendome que me iba a aburrir y yo le decía que aburrimiento es estar en un cruce, no compitiendo. Miles de cosas pasan por mi cabeza, viene a mi mente la foto que tengo en casa, precisamente del cross popular de Leiro, y aquellas palabras que no hace mucho me dijo María viendo aquella foto, “quien te iba a decir que algún día ibáis a organizar una prueba en Leiro, que tendríais un Club, una página, una escuela…….”, y era verdad quien me lo iba a decir, y ahora yo estaba disfrutando el momento, iba en mi mundo, mirando el paisaje, disfrutando de cada minuto, de cada metro, indescriptible. Es verdad, concluí el último, pero me sentí el hombre más feliz de la tierra, gracias a todos los que habéis hecho posible todo lo que hemos conseguido. Por cierto gané una cena, bacalao, que bueno estaba, Miguel y Jacobo los penitentes.
Se da la salida, con móvil en mano por si las moscas, tomo posición y me sitúo en cola, a 500m de la salida primer contratiempo, un esguince, llamo a Miguel y se envía a ambulancia al lugar, solventado. Continúo en cola en compañía del número 71, charlando afablemente con él, diciendome que me iba a aburrir y yo le decía que aburrimiento es estar en un cruce, no compitiendo. Miles de cosas pasan por mi cabeza, viene a mi mente la foto que tengo en casa, precisamente del cross popular de Leiro, y aquellas palabras que no hace mucho me dijo María viendo aquella foto, “quien te iba a decir que algún día ibáis a organizar una prueba en Leiro, que tendríais un Club, una página, una escuela…….”, y era verdad quien me lo iba a decir, y ahora yo estaba disfrutando el momento, iba en mi mundo, mirando el paisaje, disfrutando de cada minuto, de cada metro, indescriptible. Es verdad, concluí el último, pero me sentí el hombre más feliz de la tierra, gracias a todos los que habéis hecho posible todo lo que hemos conseguido. Por cierto gané una cena, bacalao, que bueno estaba, Miguel y Jacobo los penitentes.
2 comentarios:
Muy bonito Floro,de verdad, una gran declaracion propia.
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