25 mayo 2010

Tri-test Power Balance

(Por J.A.)

La moda de las pulseritas de equilibrio ha llegado también al Beariz Triatlón, así que os cuento de qué va el tema.

Desde hace unos meses se ha extendido el uso de las pulseras Power Balance, sobre todo, gracias a una campaña publicitaria excelente. Desde jugadores de la NBA, hasta CR9, pasando por surfistas, golfistas y famosillos de la tele, todos van con la dichosa pulserita.

Sus supuestas propiedades son múltiples y variadas, absorción de ondas electromagnéticas de lo que nos rodea (pulsómetro, ordenador, radio…) aumento del equilibrio corporal (?), elasticidad… Y todo gracias a unos hologramas que lleva dentro de la goma de silicona, muy parecidos a los de alguna tarjeta de crédito. Por cierto, no existe ningún estudio científico que demuestre todo esto.

Si estáis pensando en comprarla por aquello de “total por probar no pierdo nada” que sepáis que son caras de carallo, yo la he usado durante un mes, XX Duatlón de Lugo incluido, porque me la regalaron, que si no, dudo que la hubiese comprado, porque todo lo que sea última tecnología siempre me llama la atención y me pica mucho la curiosidad, pero no como para pagar lo que piden por ella.

Desde luego mi experiencia con la pulsera no es precisamente objetiva, desde que la probé lo hice con cierta desconfianza. Antes de usarla se suele someter al usuario a unas pruebas para que compruebes sus efectos milagrosos, sin pulsera y luego con ella, conmigo no funcionaron, aunque sí observé, ciertamente anonadado, que sí funcionaban con otra gente, incluso repitiendo la prueba sin la pulsera y con ella varias veces.
Hasta circula un rumor de que se prohíbe su uso en competiciones de golf y surf, mentira, imagino que han sabido colarlo también como parte de su fantástica promoción.
La usé durante un mes aproximadamente, porque quien la defiende me decía que es necesario usarla durante un tiempo para notar sus efectos, pues bien, lo único que noté es que se me hacía molesta para nadar, aparte de algún que otro vacile por llevarla.
También resulta curioso, que ahora hasta regalan pulseras de equilibrio con el periódico, de repente, todo el mundo ha descubierto la fórmula mágica de los hologramas.

En fin, no dudo que exista gente a la que le funcione, pero desde mi punto de vista, no es la pulsera, sino el efecto psicológico que ejerce en el usuario que tiene fe en sus supuestas propiedades.


▲ A FAVOR: la mía la he regalado, así que cuando me quiera aprovechar de esta tecnología llevaré la tarjeta de crédito (con holograma) en un bolsillo.

▼EN CONTRA: no me creo tanto dechado de virtudes con unos hologramas.

1 comentario:

Unke Bai Ebén dijo...

y si llevas 4, en muñecas y tubillos? cuanto tiempo estimas podrías mejorar en Nigrán. Seguro que no te caes en la bicicleta. :-P
Sin comentarios.