Pedimos una voz foránea para dar impresiones de la bici del LEIRONMAN, el elegido Suso, juez de tri, ciclista, amante del deporte en general y del nuestro en particular. Consideramos que sus impresiones están fuera de toda influencia de la organización y su opinión será objetiva. Disfrutad de este maravilloso relato, que define de muy buena manera y con una gran elegancia nuestro LEIRONMAN.
Leironman (Un Triatlón para disfrutar)
Cómo sabéis se está barajando la idea de transformar el triatlón de Leiro en una prueba de larga distancia de intensidad medio-alta. Sin duda, la intención del Club Beariz Triatlón es proponer algo nuevo en el triatlón gallego, distinto a la concepción convencional de triatlón llano donde la velocidad es la principal fuente de inspiración.
En concreto se me ha pedido que haga un análisis de los 61 km del segmento de bicicleta. El mismo es bien sencillo, se trata de un recorrido exigente, maravilloso para el que disfruta andando en bici, típico de la Galicia interior y sin un solo centímetro de llano.
El recorrido comienza con la ascensión a Paredes de 8km. Con cinco km rondando 10% de desnivel, varios descansos, un curveo constante que lo hace más llevadero y sin los agobios de las largas y desmoralizadoras rectas; harán de este, el tramo idóneo para no cebarse en la bici y recuperar las diferencias de la natación.
Superado el primer repechón se enfila un tramo “delicioso”, un descenso vertiginoso, con un asfalto impecable, seguido de cortos ascensos donde el estado de forma de cada uno se dejará notar claramente. Esta será la constante hasta la ascensión a los Chozos (7km), la más dura del día. Con un tramo preparatorio, las rampas al 18% durante 2 km, en un paraje incomparable, donde desgastadas montañas, chozos y manadas de ganado salvaje adornan con pluma dorada el afán de superación del deportista (Como árbitro de triatlón y conociendo el nivel de la mayor parte de los deportistas en el ámbito gallego, recomendaría sin duda una relación de desarrollo adecuada, sobre todo, para no colapsar las piernas ante la posterior transición de carrera a pie).
Lo que resta es un sube-baja en donde se deshace gran parte del camino andado y lo que antes eran maravillosos descensos o rudas ascensiones cambian de color hasta encarar el fin del segmento en un descenso vertiginoso.
El resultado es claro, 1600 metros de desnivel positivo, enmarcados en nuestra verde Galicia, hacen de este segmento un suculento manjar para todo triatleta, tanto para el que participa a efectos totalmente lúdicos, como para el que lo hace a nivel competitivo. De todas formas, recomendar una cierta preparación específica de la prueba, pues como se ha dicho, y se ha intentado transmitir en el análisis, las inercias y los ritmos de crucero brillan por su ausencia, siendo aquí el factor desequilibrante la constancia y la correcta gestión de las fuerzas.